Cuando sepamos las causas de nuestro temor exagerado, podremos seguir los siguientes pasos según los psicologos para vencerlo:
* Sobre todo tenemos que actuar: Pues si el temor tiende a inhibir nuestras actividades, no hay que secundarlo con la inacción, sino al revés, vencerlo por la actuación.
*Concretarlo: El temor, cuanto más inactivo y confuso, más aflige. Resolvamos por escrito y con detalle a las siguientes preguntas: ¿A qué tengo temor? ¿Y por qué? Al escribir el daño o peligro, veremos frecuentemente que era insignificante.
*Razonarlo: ¿Qué posibilidad existe de que esto sea así? Y si ocurre, ¿será tan desastroso como me temo? Siempre la imaginación, aumenta con tintes oscuros las emociones.
* Encararlo: Y en el supuesto que esto ocurra, ¿qué? ¿No han pasado otras personas por trances similares, y han podido vivir y ser felices? Y si de he morir, ¿qué? Al pensar lo peor que nos puede suceder y aceptarlo, encontrando una solución de lógica, venceremos el miedo exagerado.
* Evitar los excitantes: o más bien las ideas de alarma que ellos suscitan en nosotros. Distraer de ellas nuestra atención concentrándola en sensaciones conscientes o en voluntarias, o mejor, cuando el temor es una exageración y está impuesto por la imaginación.
* Apelar a las ideas contrarias: ‘No existe peligro. Las probabilidades de que ocurra son mínimas. El mal que puede llegar es insignificante o traer mayores bienes’.
* Asociar nuestras vivencias de seguridad, a las que nos suelen producir temor, imaginándonos en dominio de la situación y diciéndolo en un tono de seguridad.
*Dominar la angustia muscular: Es un estado contínuo de inseguridad o angustia debido a una fuerte y larga tensión en los músculos intercostales. Estos no dan la suficiente dilatación del pecho, la que disponemos cuando estamos animados o tenemos seguridad; y por contra nos imponen la postura del tímido o deprimido.