El cibersexo esporádico y con control no es malo, se podría decir que pueda ser una proposición de terapia sexual, pero cuando se torna una práctica compulsiva y descontrolada, ya sí es un problemón: el 8% de la población tiene adicción al cibersexo y la mitad de ellos poseen pareja.
Comenta el doctor Joan Mir Pizà, médico sexólogo y perteneciente al Grupo de Sexología de SEMERGEN, “el cibersexo es el consumo de sexo por medio de internet, sea por videochat (con o sin webcam), cuya temperatura erótica va aumentando o mediante webs de pornografía, cuyo visionamiento les lleva con normalidad a conductas masturbatorias”.
Su consumo esporádico y controlado, como hemos apuntado, es a veces incluso una propuesta de Terapia Sexual que los terapeutas sugieren en las parejas con bajo apetito sexual, siempre y cuando los dos componentes de la pareja demuestren su acuerdo”. Su utilización controlada, voluntaria y aceptada podría incluso enriquecer la relación y ayudar en la pareja.
¿Cuál es pues el problema? Su utilización compulsiva, sin control, su dependencia e interferencia grave en la vida de cada día, que les lleva a esa ciberadicción sexual. Como planteaba el médico sexólogo, en su intervención durante las Jornadas Nacionales de Salud Sexual, SEMERGEN en Valencia, y en palabras del psiquiatra Josep Mª Farré, del Instituto Dexeus de Barcelona, “muchos podrán pensar, que la adicción al sexo es una suerte más que un problema de la salud. Pero ocurre, que son personas que ven en peligro su estabilidad emocional, sus relaciones familiares y sociales o el trabajo, a causa de un impulso sin posibilidad de parar”.
En la adicción al cibersexo existen dos tipos distintos:
*Adicción al cibersexo por medio de chat: a través de unas conversaciones online de tipo sexual.
*Adicción a la pornografía online: consumo de la pornografía que Internet tiene disponible.
Fuente: chicas webcam hotevacam