Si un objetivo posee una distancia focal muy corta, la imagen se formará muy próxima de la lente, y los motivos que proyecte serán muy diminutos, y entonces entrará dentro del campo cubierto bastante escena del original.

La mayor o menor cantidad de escena, que se encuentra proyectada dentro de la cobertura del objetivo con su enfoque al infinito y que por tanto, podrá ser captada por el negativo se llama Ángulo Visual del Objetivo. Debemos pensar, si la instantánea
se produce en el interior o en exterior, como pueda ser en el caso de fotografia de bodas.
Para un mismo tipo de formato de negativo, el ángulo visual es proporcionado a la distancia focalizada del objetivo. Un objetivo de gran distancia focal, tiene un ángulo visual muy estrecho y viceversa.

Como varios aparatos fotográficos poseen un formato de negativo rectangular, el ángulo visual cambia si se mide el formato horizontal o verticalmente; para evitar errores, se toma con respecto a la diagonal del negativo. El ángulo visual se explica en grados y es indistinto del formato. En un objetivo normal, se comprende entre los 45 y 55 grados.

La perspectiva que nos da la imagen tomada con un objetivo, estará en función de su proximidad a la silueta y del ángulo visual.

Cuanto más nos acercamos al sujeto, más se exagera la perspectiva, acuérdate como se deforma la cabeza de quién se acerca a la mirilla de una puerta. Es una forma práctica y entendible que nos confía christian rosello, fotógrafo experimentado.

Un objetivo de corta distancia y por tanto de gran ángulo visual, intenta deformar las cosas y ampliar su perspectiva. El ejemplo de la mirilla, nos sirve además en este caso, acordémonos del amplio ángulo visual que abarcan, en algunas casi 180 grados.

Entonces, para subir la distorsión y la perspectiva, tenemos que aproximarnos al motivo y buscar objetivos de corta distancia focal, los que llamamos grandes angulares.