Las putas de un puticlub por ejemplo, tal vez no posean el mismo nivel protocolario que una escort da a sus clientes y que requiere tener en situaciones puntuales, como en importantes eventos sociales e incluso en las de práctica sexual.
Una escort no siempre mantiene relaciones sexuales con sus clientes, si son contratadas como señoritas de compañía solo realizarán dicha función, si el cliente contrata un servicio más completo lo normal es que la práctica sexual se incluya. Según nos dicen en http://mi-escort.es/ también es muy habitual que sean contratadas como confidentes, existen clientes que por causas de su trabajo, por los negocios, por el estrés de la vida laboral o por la incompatibilidad personal con otras mujeres, sienten la necesidad de contratar a este tipo de chicas para que las acompañen a cenar o a cualquier otro lugar y poder mantener una conversación en la que por un momento ellos se evadan, se sientan realizados y vean que son capaces de hacer otro tipo de actividades que normalmente no harían y que la incompatibilidad no siempre aparece.
Tanto una prostituta de un club de alterne como una escort que ejerce por su cuenta o a través de agencias, ambas son mujeres que ofrecen tanto su compañía como su cuerpo a hombres, sean distinguidos o no, desconocidos. Son tratamientos personales y sexuales que requieren de experiencia, dulzura y amabilidad. Son personas que deben ser tratadas dentro y fuera de su trabajo con el máximo respeto igual que podemos darle a otra persona de a pie.