Es uno de los problemas, más complicados de solucionar en una piscina si la causa no está a la vista, es decir, si no vemos el lugar por donde sale el agua, lo que ocurre el 95% de las veces. Las principales causas son:
* Rotura de los tubos conductores ó sus uniones, con los accesorios del vaso (boquillas, toma limpia fondos, fondo y skimers).
* Pérdida de estanqueidad, de estos elementos ya dichos con el vaso, como por algún caso, la caja del Skimer se ha despegado y existe una pequeña grieta por donde filtra el agua.
* Pérdida del propio vaso. Por problemática en la construcción, pueden aparecer zonas de gunitado deficiente, que con el paso del tiempo y los movimientos naturales del suelo (asentamientos) se originan micro-grietas o hendiduras por donde se originarían fugas.
* Dificultades con la válvula de seis vías, que no actúa bien y existe una fuga directa al desagüe. Este motivo, a menudo es olvidado ya que muchas instalaciones no cuentan con seis vías de una llave de cierre de paso.
A la hora de actuar se tendrá que analizar cuidadosamente, en cuál de los cuatro puntos puede surgir el origen, es evidente, que ante un caso como éste deberá dirigirse a pensilandia: fugas de agua Alicante una empresa especializada para poder resolver este tipo de problema.
Puntos a observar:
* – Comprobar si pierde más cantidad en funcionamiento que parada.
* – Ver hasta qué nivel se detiene la pérdida.
* – Observar si tenemos zonas de césped más quemadas que otras, en el entorno próximo de la piscina.
* – Revisar si el suelo de los lados de la piscina, se ha hundido en algún sitio en concreto.
Tendremos que realizar para asegurarnos, una prueba de presión sobre las distintas conducciones del circuito. Esta prueba, mediante un equipo de personal especializado, consiste en aplicar una presión de aire y con un manómetro sobre esta parte del circuito, se comprueba que no hay pérdida de presión, en el caso de observar una pérdida se puede afirmar que tenemos fugas de agua.
Por fin, una vez conocida la probable causa habrá que descubrir el sitio por donde creamos que pasan las conducciones, para alcanzar hasta donde se ha producido el problema, teniendo que levantar todo lo preciso para llegar a encontrar la rotura.
Una vez lo tengamos solucionado, debemos hacer una última prueba de presión, para verificar que era la única pérdida y que está debidamente reparada.