
Como ya hemos comentado la poda es una técnica precisa para el adecuado desarrollo de los árboles, tanto para los ornamentales como para los frutales, no obstante no se podan igual. A lo largo de este artículo, vamos a explicar como se tiene que efectuar dicha operación para cada uno de ellos.
En los árboles ornamentales, la poda de altura se efectúa con diferentes fines, para orientar su desarrollo, darle mayor vigor a la estructura o bien para eludir ramajes demasiados espesos, que impidan que la luz llegue de forma uniforme a todas y cada una de las partes e inclusive para alentar la floración y la fructificación. Por lo general para los árboles ornamentales, se acostumbra a dejar las ramas primordiales que son las que van a dar forma y estructura al árbol. La mejor temporada para podar, es sin duda a lo largo del invierno, cuando los árboles están en reposo.
En los frutales, la poda se efectúa con la intención de vertebrar el árbol a lo largo del periodo juvenil, la más empleada es la poda en forma de vaso, o sea, suprimir la rama primordial para promover las ramas laterales a poca altura, a fin de que nos resulte más cómoda la recolección de los frutos.
A lo largo de la poda, es esencial realizar los cortes en el sitio más conveniente y que sean lo más limpios posibles, eludiendo a toda costa desgarros usando las herramientas convenientes y limpias. a fin de que la cicatrización sea adecuada y no de origen a posibles enfermedades.
Hay múltiples técnicas para hacer la poda, dependiendo de la especie, la edad del ejemplar y el efecto que se quiera lograr. Generalmente se distinguen en estas modalidades:
– Poda de formación: se realiza a lo largo de los primeros años de desarrollo, tras su plantación. El propósito de esta poda es orientar el desarrollo del árbol para conseguir ramas fuertes y bien distribuidas, como producir una copa a determinada altura del suelo.
– Poda de mantenimiento: consiste en podar los elementos indeseados como, ramas secas o bien muertas, chupones o bien ramas con riesgo de ruptura, ramas cruzadas o bien ramas demasiado largas.
– Podas de rejuvenecimiento: está técnica de poda es la menos aconsejable, en tanto que se realizan cortes severos a pocos centímetros del tallo primordial. Consiste en suprimir todas y cada una de las ramas, para remozar el árbol y supervisar el desarrollo de los árboles en espacios reducidos. No obstante, no se debería efectuar esta poda salvo en casos inusuales, en tanto que hay que saber qué especies la aceptan bien y cicatrizan con velocidad.
¿De qué forma se poda?
Siempre y en todo momento, se tiene que efectuar el corte en la base de la rama, pero siempre y en todo momento sobre el cuello, o sea, unos centímetros sobre la unión con otra rama. Además de esto, las yemas deben quedar a una distancia pequeña, por lo menos, un centímetro del corte. La incisión, habrá de ser en diagonal cuando existen yemas alternas durante la rama, y recta, cuando las yemas crecen a exactamente la misma altura del tallo.