cocinaEn las cocinas nos tenemos que guiar por lo estético pero, sobre todo, por lo práctico. El gres, es una de las mejores garantías para un suelo. Su superficie tiene la capacidad de imitar todo tipo de acabados (madera, mármol, pizarra) y, además de su resistencia y facilidad de limpieza, posee un precio muy ajustado. Las encimeras son piezas de mucho desgaste. Las nuevas laminadas son las más económicas, pero si puedes, coloca una de granito. Es muy resistente y existe una amplia gama de diseños, más allá del clásico moteado gris que usan en todas las reformas.

Invertir en prestaciones y materiales

Con algo más de presupuesto, es aconsejable instalar materiales de precio medio y electrodomésticos con más prestaciones, para que tu cocina a la vez del cambio de imagen, te haga la vida más sencilla. Debemos prestar más atención a encimeras y suelos, pues definen el carácter de una cocina. Además apostar por tecnología más eficaz y cuidar el apartado más “eco”.

En las cocinas de hoy, el microcemento es una buena alternativa para recubrir bien el suelo como la encimera. Su ventaja es, que se coloca encima de la superficie que exista, sin necesidad de quitar el revestimiento anterior, lo que abarata los costes y rebaja el tiempo de la obra. Según reforacsa, normalmente se precisan unos tres días para dar las capas necesarias.

Podemos declinarnos por piedras naturales como el mármol. Se trata de una apuesta segura, pues si recibe un buen tratamiento impermeabilizante, te durará en buen estado bastantes años. Por lo que corresponde a las armariadas, puedes elegir laminados de gran presión, más gruesos y con cantos postformados.

También existen, poliuretanos prensados sobre tablero de DM o bien chapados, con chapa noble de maderas tropicales.  Para el interior, los grandes gaveteros bien compartimentados y equipados, le darán más partido al espacio.