Todos los padres conocen momentos en que no saben qué hacer con su hijo. ¿Cuándo es normal? Y ¿cuándo es indicio de que precisan buscar la ayuda de un profesional?

Primeramente, debéis distinguir entre la problemática lógica de la edad, como el llanto del bebé, las rabietas de un pequeño o el rebatir las normas paternas de un adolescente y otros que no lo son, como no obedecer a los 5 y tartamudear a los 7 años (normal entre los 2 y 3 años). Tendremos que descartar causas físicas. Los niños más pequeños, pueden tener conductas problemáticas por no oír o ver correctamente.

Asimismo es bueno tener presente que ciertas conductas problemáticas tienen una causa: si Jordi, a parte de npsicologiao obedecer nunca, también es muy intranquilo, impulsivo y no ser capaz de concentrarse ni un segundo, podría sufrir el síndrome TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Un niño, con un serio retraso para hablar y problemática de contacto social, puede padecer un tipo de autismo, otro con problemática en la lecto-escritura puede padecer dislexia. Los que son superdotados podrán padecer otras problemáticas distintas, como ausencia de motivación, fracaso escolar, depresión, por el hecho de que en clase se aburren y no se encuentren a gusto con sus compañeros. Su interés e inquietud es distinta, por lo que se sienten solos e incomprendidos. En general, en estos casos, debemos pedir ayuda a los especialistas como http://www.psicologia-online.com/ pues los niños varones, poseen un conductismo que molesta a los otros, como agresividad, rebeldía, desobediencia, en tanto que las niñas muestran conductas que les produce sufrimiento a ellas mismas: se encuentran apartadas y encerradas en sí mismas, están tristes y su preocupación es excesiva.

Para todos estos temas, esta la psicologia, es de importancia acudir a un psicólogo infantil, que comenzará un proceso de diagnóstico. Dependiendo de los resultados, plasmará un plan de tratamiento. Normalmente es una terapia con el niño, pautas educacionales para los padres coordinadas con el colegio y a veces medicación específica, por ejemplo en caso de un niño con TDAH. También pueden ser precisas adaptaciones curriculares, para los niños hiperactivos, los superdotados o con algún retraso en su desarrollo.