fotografo de bodas en Barcelona

Hace algunos años, el fotógrafo tradicional cubría muy pocas horas el día de la boda: iba a la iglesia, hacía un posadito tras la liturgia y se iba a su casa. Aún más, asistía a múltiples bodas en un día. Ahora llegamos cuando comienza el maquillaje y nos marchamos cuando se acaba la celebración, con lo que nuestras jornadas laborales son de entre doce y dieciséis horas. Nosotros documentamos lo que sucede ese día.

La relación con el cliente del servicio no se fundamenta en criterios de cercanía, no es el fotógrafo de tu calle. Los novios procuran un fotógrafo del estilo que les agrada y depositan su fe en él: El fotografo de bodas en Barcelona, nos comenta, que quien nos contrata se llevará las fotografías que surgen de nuestra visión del casamiento. No tenemos trabas, somos muy libres. El que nos contrata ha visto nuestro trabajo en Internet, sabe lo que hacemos y lo respeta. El trato con el cliente del servicio es fluido desde el instante en que te llama, pues le hace mucha ilusión contar contigo para el día de su boda, es una relación de confianza.

 Existen diferentes tipos de fotógrafos para diferentes tipos de clientes. La fotografía es formidablemente subjetiva. El usuario debe hallar el fotógrafo que se adapte a su visión y a su forma de ser. Los hay más próximos a la moda, otros más próximos al periodismo… No somos el fotógrafo de boda de tus padres, por el hecho de que hacemos algo totalmente diferente, no el posado mirando a cámara, sino más bien instantes que vas a rememorar tu vida. Instantes reales que son atemporales.

Los nuevos equipos fotográficos, así como revelados digitales de alta calidad, han elevado la imagen a niveles afines a los de la publicidad o bien el documental de tendencia. La calidad ha de ser alta, igual que en otro campo de la fotografía. Es cierto que a lo largo de muchos años el fotógrafo era el del pueblo que, a veces, se dedicaba a otra cosa. Y eso daba muy mal nombre. Ahora es un fotógrafo más serio, más profesionalizado, y hay que estar al día en materiales, tendencias, equipos… Eso es lo que te diferencia del fotógrafo intrusista. Exactamente sobre tecnología y calidad del profesional frente al intrusismo, una realidad poco a poco más presente en la fotografía. La tecnología es una herramienta. Si no tienes una base, por buenísima cámara que tengas, no harás mejores fotografías. La fotografía está en tu ojo, tu corazón y en ti. La tecnología te puede ayudar a lograr las fotografías que están en tu cabeza. Como profesional, la calidad se te supone, y no se logra pagando quinientos euros por una boda. Por suerte, estas generaciones tienen una cultura audiovisual muy superior y demandan otro tipo de fotografía.

El reconocimiento a los nuevos documentalistas de fotografía social cruza fronteras. Internacionalmente se nos reconoce y se nos dan premios. En Wolfphotographers tenemos clientes del servicio extranjeros que nos valoran. Hemos llegado tarde, mas nos hemos puesto las pilas muy rápido. Pero falta cruzar más fronteras. Una cosa es diferente: en el mundo anglosajón, el reconocimiento económico es considerablemente más alto.

Las bodas cambian mucho en el extranjero. Mas, en el territorio nacional, asimismo también cambian mucho. La gente es diferente en una boda en Barcelona o bien una boda en el Galicia. Y poco a poco más gente viene de fuera a casarse a España. Entre otras muchas cosas, se aseguran el buen tiempo.