Si nos fijamos bien, con base en una carrocería de plástico os daréis cuenta que en todos los modelos se comienza de la misma manera, quitando la pintura por completo. Lo hacemos por dos razones, para que las masillas, pegamentos y similares peguen bien sobre el plástico y para evitar que cuando pinte el coche la pintura aplicada, reaccione con la pintura de origen y nos estropee el trabajo.
Una vez fuera toda la pintura del coche y hayamos efectuado los trabajos de masilla imprescindibles, antes de empezar a pintar le daremos una o más manos de imprimación, dependerá de:
*Pintar y decorar los coches. Con una mano es suficiente. Si queremos tener la seguridad de que la imprimación quede bien, será bastante con pasar una lija fina muy suave por la carrocería de los coches, para más tarde poder aplicarla.
*Tenemos modificada la carrocería con masilla, plasticard y otros. Seguramente tengamos que dar más de una mano, la primera nos ayudará a quitar los fallos, que durante el modelaje no hemos conseguido detectar, rozaduras de la lija, falta de masilla en algunas partes, etc. De esta forma la imprimación, no nos sirve simplemente para preparar la carrocería para pintarla, sino que al igualar el color de la carrocería completa, asomará los fallos e imperfecciones del modelo, que tendremos que reparar cuidadosamente con masilla putty, lija o lo que creamos mejor. Cuando tengamos corregidos los fallos le daremos otra mano, y así tantas veces como se precise (con dos o tres debe ser suficiente)
Lo más cómodo es utilizar la imprimación en spray, del tipo Duplicolor o similares. Con un bote de 400 ml, se podrán dar muchas pasadas de imprimación y nos olvidaremos de limpiar el aerógrafo.
Si hemos decidido aplicarla con aerógrafo, continuaremos con iguales indicaciones que para otro tipo de pintura y si queremos hacerlo a pincel (salvo en casos especiales, no se recomienda) deberemos pulirla con lija al agua, para terminar la superficie igualada.