Con esta denominación conocen, en el sur del Alto Atlas, a un itinerario por una serie de fortalezas. Construidas en adobe, con torres almenadas y adornos de ladrillo crudo, fueron y son auténticos pueblos fortificados.

Se encuentran, en un paisaje espectacular en el que el desierto y la montaña se encuentran, jugando con todos los tonos del ocre y el rojo, los ríos van por desfiladeros que se abren en fértiles valles o en oasis con verdes palmerales. Es una recomendación de http://www.viajesmarruecos.com.mx/ y desertline si de verdad quieres saborear el país.

Si las viejas Kasbahs seducen con su poder de evocación, el paisaje apasiona por la fuerza de sus contrastes, su luminosidad y el silencio que llena el alma de paz y sosiego, por lo que esta ruta es una de las más atractivas y pedidas en los viajes a marruecos.

Kasbah Ait Ben Haddou

Punto de salida, para las visitas por los valles del Draa, del Dades y del Sous, y hacia Zagora, Erfoud y Tineghir, Ouarzazate es además un importante centro turístico y artesanal a 204 km de Marrakech y 376 km de Agadir.

Kasbha de Taourirt

En otras etapas, residencia del pachá de Marrakech, está confeccionada en adobe con torres almenadas. Visitaremos los antiguos aposentos del Glaoui, el comedor y el habitáculo de la favorita, que todavía conserva la decoración de estuco pintado y el techo en madera de cedro.

Centro Artesanal

Frente a la kasbah de Taourirt, existen talleres donde se confeccionan y venden objetos de piedra, cerámica y alfombras. De esta región son típicas las de Ouarzazate y las del Djebel Siroua, también conocidas como “ouzguita”, que son muy apreciadas y su característica es su fondo naranja, con motivos azules, marrones, amarillos o negros, formando composiciones muy complicadas, confeccionadas en lana sedosa

Fuente: http://seo10.es/blog/viajes-marruecos-un-tour-inolvidable/